martes, 17 de febrero de 2009

Declaración


No sé bien cómo empezar. Esta es una declaración de amor y estoy escribiendo porque los sentimientos brotan y no los puedo controlar, así que disculpen si soy muy verborrágico o armo frases inconexas, pero es que así lo siento, y siento todo de golpe.
Quiero que sepan que las amo. A las dos. Soy muy feliz con ustedes, ustedes me hacen muy feliz. Iría a todos lados con ustedes, sé que podríamos. Seríamos felices los tres, e incluso me gustaría compartir el resto de mi vida con ustedes. Quizá yo me vuelva viejo y más adelante piense diferente, pero no le temo a eso. Porque ustedes no son como las demás, que lastiman, o te abandonan, o te ahogan. Las he conocido, sí que sí, y por eso creo que puedo decir que no hay nada como ustedes. Porque no son como esas que te maltratan, que te dejan pagando a mitad del camino, y entonces te tenés que volver con la cabeza gacha, derrotado. Y es volver a empezar, conocer a otras para que después te terminen haciendo lo mismo. Tal vez piensen que soy un tonto, un adolescente enamorado, y que en unos años cambie mi parecer y las deje sin más, pero quiero que sepan que yo a ustedes las amo. Pero se los digo desde el fondo de mi corazón, con sentido. No lo digo por decir y nada más. Y las amo por igual a las dos. Porque las dos estuvieron cuando las necesité, se bancaron todo tipo de atrocidades y aún así al lado mío, firmes. Pasamos lindos momentos también, fuimos a los lugares más lindos y tranquilos, como a los más lúgubres y agitados. Conocimos a mucha gente, de lo más variado, siempre los tres juntos. A esta altura creo que puedo asegurar que somos inseparables, y me encanta. Me encanta la relación que tenemos, y espero que podamos conservarla por muchos años más.
A mis zapatillas de lona blancas, las amo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaja! Las gloriosas Topper -o Converse- de lona... siempre vuelvo a ellas! Te entiendo hermano!

Anónimo dijo...

Cuando están embarradas y te das cuenta que siempre que llovío, paró y que ellas estuvieron con vos.
Te amo, zapatillas!
Daniela

Anónimo dijo...

Es verdad, siempre que llovió, paró, pero lo importante es sentirse uno solo, tanto en los buenos como en los malos momentos.

Martín

Anónimo dijo...

Dejemos de llamarlas zapatillas blancas. Tienen un color particular y no darle un verdadero lugar a ese color es no reconocerles la vida que tuvieron, el camino que recorrieron, la experiencia que consiguieron. Estoy completamente convencida de que hay que crear un nuevo color -entre marrón y gris- de uso exclusivo para las topper. Nuestras fieles amigas nos bancan siempre,en este caso tenemos que bancarlas nosotros. Apoyarlas es lo mínimo que podemos hacer para otorgales su merecido reconocimineto.
Además, de no ser así, les estaríamos dando la razón a nuestros padres, y no tendriamos porque tener odio cuando las vemos lavaditas bien BLANQUITAS en la puerta de nuestra habitación cuando nosotros el día anterior la habiamos dejado ahí, las vimos por ultima vez descansando tranquilas, brillando por su color.
Como no queremos que ellas sufran más: ¡¡¡Todos por un color para las topper!!!!