sábado, 18 de julio de 2009

Y yo voy a estar ahí

"Una metáfora fría", tiré en su momento. Pero lo pensé un rato, y una certeza subió como un escalofrío por mi espalda (creo que ya lo dije antes, no sé, me tendría que poner a leer...). Una metáfora peligrosa, hiriente y persistente; una astilla en el ojo, un malestar que (es fatal, ya lo sé) me va a hinchar y terminar forzando lágrimas y pucheros despechados porque... sí, un tiro por la culata, voy a ser tu lunar...

Un lunar, te dije. Voy a ser un lunar en tu cara. Voy a ser ese punto negro por el cual tu rostro va a adquirir una expresión de piadoso descontento cada vez que te mires al espejo (Piadoso, sí. Porque, al fin y al cabo -pensé yo- el descontento es una angustia sedada, una concesión desfachatada que no consiente ni prevee lo que te tocará por suerte...). Pero pero pero... siempre el pero, tan portador de la pesada desesperanza a la cual nunca me termino de acostumbrar pero... pero qué, la puta madre! Pero ya voy a saber, y no va a ser tan malo. A no ser tan egosísta...
Vas a ver esa imperfección y tu rostro se va a contraer. Te lo vas a rasgar y te va a doler... qué metáfora burda y eficaz -pensaba yo-, te vas a rascar y te va a doler... y cómo llegó? Y otra vez lo mismo...
Ahora no sé bien cómo seguir, porque te ví por la calle y te noté tan bien, con tanto ímpetu de quien sabe llevar sus imperfecciones, acostumbrarse, adiestrarlas y conminarlas a formar parte de un todo tan perfecto que no sé si ponerme feliz o terminar de derrumbarme.

Pude verte, en ese lapso tan pasajero. Pude verte frente al espejo... pude ver tus dedos recorriendo una superficie tan tersa e infinita que ese maldito punto negro se vio más insignificante de lo que ya era para oponer resistencia, para interrumpir con su amarga aspereza ese mapa de puntos tan bien coordenados, para trangredir ese orden que tanto encandila los reproches absurdos, celos ridículos y arranques tan infantiles como... te vi sonreir frente al espejo. Te vi notar que ese lunar te quedaba bien... que sabías cómo hacer para que las más injustas contrariedades hicieran tu mirada más fuerte pero suave, tu piel más suave pero fuerte, tu fuerza más brillante y suave, tu suavidad más fuerte y encandilante...
Te ví hermosa, nena. Pero no me animé a saludarte. Perdoname.

15 comentarios:

Hermana de SDU-7 dijo...

Rascarse un lunar te puede trae problemas, creéme.

Anónimo dijo...

Nolo había visto,me gusto mucho. Ficción no?Pato

Anónimo dijo...

De hecho, me inspiré en ese terrible mal que, desde tiempos remotos, aqueja a la humanidad: la muerte por rasgamiento de lunares.

Y sí, ficción mezclada con algún que otro recuerdito. Y bastante alcohol (me sorprende que no haya errores de tipeo notorios...).

Hermana de SDU-7 dijo...

Jaaajajajjajajaa
Bueno, dejando de lado la boludez, me gustó el relato. No encuentro de estas cosas en la mayoría de los libros que tengo.

Anónimo dijo...

Obvio. Porque para que algo llegue a libro debe atravesar algún control de calidad XD!!

Y no te rías! Lo escribí con bastante alcohol en mis venas.

Hermana de SDU-7 dijo...

Escribís bastante bien para tener alcohol en tus venas...

Anónimo dijo...

Ok, lo confieso: corrgeí algunos errores de tipeo.

PD: Graciosa paradoja escribir mal "corregí", por eso lo dejé tal como está.

Hermana de SDU-7 dijo...

Jjajajajajajaa, te lo estaba por decir y leí el PD. Ohhh u.u

Anónimo dijo...

Esto es Algo se nos va a ocurrir, donde nada puede malir sal.

guigiar dijo...

Entre lunares y alcoholes presiento que tus noches pueden ser interminables; por esta razón te sugiero que no dejes de saludar a tu nena, porque si hay algo mejor que una noche junto al alcohol y un lunar, es que además te acompañe tu hermosa nena.

un saludo especial a tu destreza literaria, esa que chorrea viboreando de un modo tan elegante por entre tus líneas.

Anónimo dijo...

Gracias, Sir Guigiar!

Y hablando de viborear, tengo una gran inquietud! Algo que no me deja dormir, es como si mi metabolismo me susurrara nervioso que algo, una moneda o un alfiler o algo que adentro molesta pero que no se deja ver, es recibir un golpe de índice en el hombro y darse vuelta y ahí no hay nada pero siempre lo hace y por qué, parece no terminar de dejar que lo advierta! Entonces tengo los ojos en blanco y sin filtro y todo tiene la vertiginosa libertad de entrar y hacer con mi conciencia lo que se le dé la gana pero no lo hace no no parece interesarle y se queda ahí en mis puertas de la percepción y entonces están a mi merced y les reprocho entre bocanadas que me dejen memorizarlas, que mi cuarto, mi techo, mi silencio, mis 3 AM se dejen memorizar y repetir hasta inquietarme claro pero no tanto como me inquieta eso que tengo adentro, eso que palmea mi hombro y me doy vuelta y no hay nada pero si estabas ahí entonces por qué.
Algo me inquieta bastante.

Hermana de SDU-7 dijo...

Woooow, cambio de imagen... me gusta.
Me perdí con eso de que algo te inquieta. Postealo.

Anónimo dijo...

Sí, el blogga necesitaba un lavado de cara! Perdón al amigazo Guigiar, acabo de darme cuenta que la plantilla es casi igual a la suya ^_______________^

Todo lo que tenía que decir sobre mi inquietud está en ese comment! Ni siquiera se bien qué es!

guigiar dijo...

Podrá decirse tal vez que este blog, en tanto discurso social, tiene marcas en su superficie que bien pueden ser relacionadas con marcas de otro blog (también en tanto discurso social); y que la relación de ambas marcas establece una huella en lo que respecta a la plantilla. Asimismo, no sería un error afirmar que por lo dicho hemos encontrado un claro ejemplo de un discurso social en condición productiva de otro, con tan sólo una (entre infinitas) determinacion que operó como restricción en su producción social, en este caso la plantilla, que tan bonita es.

un saludo y una insistencia.

no se trata de mi hijo, es mi sobrino; y no se trata de su madre, sino de su tía, mi novia.

Anónimo dijo...

Brillante su lección de semiótica, Mr. Guigiar. Esperemos que las calificaciones nos acompañen!

Y felicitaciones por su incipiente sobrinazgo.
O es al reves? Tiazgo?
Creo que sí, puesto que el adorable neonato sería el discurso de reconocimiento de tus cuñados jajajajajjajaj!!
Y mejor no hablemos de sistematizar marcas jajaja!!
Jjaja perdón por el humor semiótico verde, no lo pude evitar.