miércoles, 31 de diciembre de 2008

Esperanza

Muerte a la vida.[1]







[1] Muerte a la vida gris, hipócrita, llena de nombres y vacía de personas; llena de fanáticos y no por la vida; llena de palabras, vacía de sentido; llena de acciones, vacía de criterio. Llena de rutinas, vacía de emociones genuinas. Muerte a esa vida que la aguanta en el corner, esa vida que hace tiempo, hace tiempo para morirse. Esa vida sin peso, esa que vino, pasó, se fue y ni nos dimos cuenta. Que muera la vida que pisotea otras vidas, la que se cree más que las otras que son exactamente iguales a ella. Esa que grita para imponer sus ideas, que en definitiva es la impotencia de no saber hacerse entender hablando. A esa vida asquerosa que trata mal a todo el mundo pero que después anda exigiendo que le hagan los pies y le preparen la comida a tiempo. Que muera la vida que se muere al mejor postor y es capaz de rebajarse hasta lo más mínimo, y que por las noches duerme con la conciencia sucia. Esa vida que te regala su mejor sonrisa de frente, pero en cuanto te das vuelta te clava un puñal ante la menor señal. Muerte a dar vueltas sin sentido. Muerte a los envases, a los frascos, a las hombreras. Muerte a terminar presos de un invento propio de los mismos hombres: el tiempo. Muerte a todo eso. Que viva la vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno, te felicito!!!

Anónimo dijo...

está buenooo. La frase del corner me hizo pensar en que era una canción de iván noble, ja!
Besos, Flopi.